Un gran día
Ayer, sábado 9 de junio del 2018, fue el examen de admisión a facultad.
Llegué a la facultad alrededor de las 7:10 a.m. En la entrada vi a una chica de la prepa y me acerque para ir a los salones junto con ella. Ya estando en el piso que nos tocaba, ella se fue a su grupo y yo me quedé en el mío, entre la gente, visualicé a una compañera de mi salón (nos tocó en grupos contiguos, por lo que nuestros salones estaban pegados), estuvimos platicando en lo que esperábamos a pasar. Me sentía un poco nerviosa, sentía ese temblor interno, pero mis emociones se sentían bajo control, estaba más tranquila de lo esperado, y muy segura.
Terminando el examen, que fue de 8:00-12:00, seguí con mis planes. Que, aunque no salieron como fueron planeados, se disfrutaron bastante.
Tomé un camión de la facultad a otra parada, donde me recogería mi hermana. Y en ese viaje, me topé con un compañero del salón, con el que estuve platicando de cómo había sentido el examen y cosas sobre la carrera. También hice mi buen acto del día.
Me senté con una chica que tenía una rodilla lesionada, su estatura no le permitía tocar el piso, y por la posición en la que estaba su pierna, el asiento le incomodaba bastante. Pude notar cómo batallaba, para mantener elevada y estirada su pierna, así que me ofrecí a detenerla con mi pierna. Ella accedió agradecida, y así nos fuimos durante el viaje:
Al llegar a mi destino, mi hermana me llevó a casa de Adri, con quien me fui a Pueblo Serena. Ahí nos encontramos con María. Habíamos quedado de vernos a las 2:00 p.m. para comer, pero Diego y Caro (quienes venían juntos) tuvieron un accidente automovilístico, por fortuna no les pasó nada, pero todo el protocolo post-choque les llevó mucho tiempo.
En ese rato, Adri, María y yo, comimos y caminamos un rato, después, al no tener nada más qué hacer en el lugar donde estábamos, nos cambiamos de centro comercial, a Esfera (está en frente de donde estábamos).
Entramos a una tienda, y en eso llegaron los chocantes. Los vimos entrar en la tienda, y corrimos a abrazar a Diego.
Diego acaba de regresar del Reino Unido, se fue de intercambio un año, y vino a presentar para la facultad. Fue muy hermoso volver a verlo, estaba más alto, con el cabello más largo e incluso sus facciones se ven más maduras. Compraron café, y nos sentamos a platicar, actualizarnos.
Nos fuimos a casa de Caro, donde nos metimos a la alberca, jugamos y reímos. Cuando María se tuvo que ir, nos salimos de la alberca.
Cenamos froot loops, sándwiches de jamón y queso con tajín, galletas con queso crema y agua de pepino especial.
Tuvimos un momento de confesiones, y pláticas profundas sobre el futuro.
Me di cuenta que estas amistades son verdaderas, reales y muy fuertes; tanto que al momento de que alguien se va preguntamos "¿y mi abrazo?"
Fue un gran día, lleno de momentos únicos, importantes.
Llegué a la facultad alrededor de las 7:10 a.m. En la entrada vi a una chica de la prepa y me acerque para ir a los salones junto con ella. Ya estando en el piso que nos tocaba, ella se fue a su grupo y yo me quedé en el mío, entre la gente, visualicé a una compañera de mi salón (nos tocó en grupos contiguos, por lo que nuestros salones estaban pegados), estuvimos platicando en lo que esperábamos a pasar. Me sentía un poco nerviosa, sentía ese temblor interno, pero mis emociones se sentían bajo control, estaba más tranquila de lo esperado, y muy segura.
Terminando el examen, que fue de 8:00-12:00, seguí con mis planes. Que, aunque no salieron como fueron planeados, se disfrutaron bastante.
Tomé un camión de la facultad a otra parada, donde me recogería mi hermana. Y en ese viaje, me topé con un compañero del salón, con el que estuve platicando de cómo había sentido el examen y cosas sobre la carrera. También hice mi buen acto del día.
Me senté con una chica que tenía una rodilla lesionada, su estatura no le permitía tocar el piso, y por la posición en la que estaba su pierna, el asiento le incomodaba bastante. Pude notar cómo batallaba, para mantener elevada y estirada su pierna, así que me ofrecí a detenerla con mi pierna. Ella accedió agradecida, y así nos fuimos durante el viaje:
Extendí mi pierna en diagonal, dejando su pierna recargada sobre la mía.
Tengo un poco contracturado el cuádriceps por el esfuerzo, pero valió la pena.
Al llegar a mi destino, mi hermana me llevó a casa de Adri, con quien me fui a Pueblo Serena. Ahí nos encontramos con María. Habíamos quedado de vernos a las 2:00 p.m. para comer, pero Diego y Caro (quienes venían juntos) tuvieron un accidente automovilístico, por fortuna no les pasó nada, pero todo el protocolo post-choque les llevó mucho tiempo.
En ese rato, Adri, María y yo, comimos y caminamos un rato, después, al no tener nada más qué hacer en el lugar donde estábamos, nos cambiamos de centro comercial, a Esfera (está en frente de donde estábamos).
Entramos a una tienda, y en eso llegaron los chocantes. Los vimos entrar en la tienda, y corrimos a abrazar a Diego.
Ana (yo) & Diego |
Diego acaba de regresar del Reino Unido, se fue de intercambio un año, y vino a presentar para la facultad. Fue muy hermoso volver a verlo, estaba más alto, con el cabello más largo e incluso sus facciones se ven más maduras. Compraron café, y nos sentamos a platicar, actualizarnos.
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Adri & Ana (yo) |
Nos fuimos a casa de Caro, donde nos metimos a la alberca, jugamos y reímos. Cuando María se tuvo que ir, nos salimos de la alberca.
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Caro, Diego, María, Ana (yo) & Adri |
Cenamos froot loops, sándwiches de jamón y queso con tajín, galletas con queso crema y agua de pepino especial.
Tuvimos un momento de confesiones, y pláticas profundas sobre el futuro.
Me di cuenta que estas amistades son verdaderas, reales y muy fuertes; tanto que al momento de que alguien se va preguntamos "¿y mi abrazo?"
Fue un gran día, lleno de momentos únicos, importantes.
XOXO, Ana.
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