Extrañando el Ballet
Hoy quiero hablarles de algo más personal, de una pequeña parte de mi vida.
Desde pequeña he bailado de todo y a los 12 años comencé a practicar ballet clásico. A los 15 años entré a la prepa.
El primer semestre, iba a la prepa en la mañana, iba a mi casa, avanzaba tareas, me iba a ballet, regresaba a terminar tares, dormía cinco horas y repetía todo al día siguiente.
Durante el primer semestre, solo faltaba de tres a cuatro clases al final de cada mes, por trabajos finales y exámenes.
En segundo semestre, tuve dos meses de prácticas; los primeros días de prácticas... lo intenté, intenté ir a la escuela, a prácticas y a ballet. No lo logré.
Toqué mi límite, me derrumbé, me agoté, las cosas se salieron de mi control; dejé de ir a ballet los dos meses de prácticas (que se fusionaron con las vacaciones de pascua). Al regresar faltaba poco para la presentación de fin de cursos y pues nada, me esforcé bastante para recuperar condición y aprenderme los bailes.
Tercer semestre. En este semestre ya se escoge la técnica y en la técnica que escogí (rehabilitación) las prácticas inician desde tercer semestre. Así que, mi rutina cambió.
En la mañana iba a prácticas, o terminaba tareas, en la tarde iba a la prepa y por la noche hacía tareas. Dormía de seis a ocho horas.
Ya estoy a un examen de terminar tercer semestre. Llevo casi cinco meses sin ir a ballet. Y sé que se acumularan, pues en cuarto y quinto semestre las prácticas son en la mañana, todos los días y de horario completo, en la tarde prepa y en la noche, tareas.
Ya quiero regresar a ballet, adelgacé más y me siento mucho más ligera y hábil.
Extraño mucho el ballet, quiero ir a clases, admirar mi persona, valorar lo que mis músculos pueden hacer por mí, darle valor a mi cuerpo, competir conmigo misma cada día, exigirme más, alcanzar logros diarios, sentir que vuelo, sentir que vivo.
Quiero fusionar mi alma con la música. Quiero sentir que soy más que una simple mortal, sentir que puedo hacer un poco más. Sacar el estrés, la angustia y el dolor con los ejercicios.
Ansío tanto regresar...
¿Alguna vez han tenido que sacrificar algo que aman por algo que es necesario? ¿Tienen alguna historia similar? Me gustaría saberlo, cuéntenme en los comentarios, si así lo desean.
XOXO, Ana.
Desde pequeña he bailado de todo y a los 12 años comencé a practicar ballet clásico. A los 15 años entré a la prepa.
Durante el primer semestre, solo faltaba de tres a cuatro clases al final de cada mes, por trabajos finales y exámenes.

Toqué mi límite, me derrumbé, me agoté, las cosas se salieron de mi control; dejé de ir a ballet los dos meses de prácticas (que se fusionaron con las vacaciones de pascua). Al regresar faltaba poco para la presentación de fin de cursos y pues nada, me esforcé bastante para recuperar condición y aprenderme los bailes.
Tercer semestre. En este semestre ya se escoge la técnica y en la técnica que escogí (rehabilitación) las prácticas inician desde tercer semestre. Así que, mi rutina cambió.
En la mañana iba a prácticas, o terminaba tareas, en la tarde iba a la prepa y por la noche hacía tareas. Dormía de seis a ocho horas.
Ya quiero regresar a ballet, adelgacé más y me siento mucho más ligera y hábil.
Extraño mucho el ballet, quiero ir a clases, admirar mi persona, valorar lo que mis músculos pueden hacer por mí, darle valor a mi cuerpo, competir conmigo misma cada día, exigirme más, alcanzar logros diarios, sentir que vuelo, sentir que vivo.
Quiero fusionar mi alma con la música. Quiero sentir que soy más que una simple mortal, sentir que puedo hacer un poco más. Sacar el estrés, la angustia y el dolor con los ejercicios.
Ansío tanto regresar...
¿Alguna vez han tenido que sacrificar algo que aman por algo que es necesario? ¿Tienen alguna historia similar? Me gustaría saberlo, cuéntenme en los comentarios, si así lo desean.
XOXO, Ana.
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