Sobre el día que abracé a Spider-Man

Era el día más caótico emocionalmente de mi vida, sentía que algo se había roto dentro de mí y pensé que nunca podría dejar de llorar. 

Fue el primero en tomar acción en cuanto notó la angustia en mis ojos, y al notar que ésta solo empeoraba, me sostuvo y me dio contención en aquellos escalones de color verde. 

El tiempo pasaba y mi llanto disminuía para convertirse en un mal ritmo de respiración, luego volvía a aumentar, y en esos picos altos el hombre de rojo me acompañaba en mi sentir, me daba palabras de empatía, haciéndome saber que estaba bien todo lo que sentía. Finalmente las lágrimas cesaron, me convertí en una caja de suspiros, me había vaciado y poco a poco me llenaba de oxígeno nuevo, de suaves risas, y como si me hubieran quitado una venda de los ojos, miré por primera vez:

"¿Alguna vez nos hemos abrazado?" 

Me rodeó con sus brazos y yo hice lo mismo. Recuerdo la sensación de la tela de su traje bajo mis dedos. Y lo reconfortante y sanador que fue ese abrazo. El momento más bajo de mi existencia se había convertido en un punto de descanso e impulso. Tras ese contacto, me sentí fuerte, lista para enfrentar lo que viniera.  

Desde el primer momento estuvo a mi lado y permaneció junto a mí casi cada minuto de esas interminables horas. Un verdadero héroe, si me lo preguntan.

Mi más querido, Spider-Man
¡Que tengas una feliz y satisfactoria vida!
XOXO, A.D.

Comentarios

Entradas populares