La boda de mi hermana.

¡Se llegó el gran día! El sábado 29 de septiembre fue la boda de mi hermana. El día inició a las 7:00 a.m. y mi primera tarea fue despertar a la novia.

El viernes anterior nos pusieron, a mi mamá y a mí, uñas de acrílico. Las mías tenían universos y ¡me encantaron!

9:40 A.M.

¡Inician los arreglos!

Mi almuerzo

CRISIS

Las bodas se caracterizan por estar llena de lágrimas, y ¿qué es una boda sin una crisis de alguno de los novios? En este caso, fue mi hermana.

Mientras la peinaban, juntar diferentes emociones se comenzaron a acumular, lo que resultó en una crisis de lágrimas, temblores y pocas ganas de seguir con buena actitud.

Interrumpimos su arreglo, y mi mamá le puso ejercicios para que se tranquilizara y sacara su estrés. Una vez que estaba un poquito más tranquila, le preguntaron ¿qué podían hacer para que se tranquilizara? Y en su último capricho como hija soltera, pidió escuchar a los Jonas Brothers.

Mi papá tuvo el detalle de ir a la casa anterior a buscar todos los discos.

REGALO SORPRESA

Un poco después de la crisis, llamaron a la puerta, y resultó ser un arreglo de flores que mi papá le había pedido a mi hermana.

ÚLTIMOS DETALLES

"La calma después de la tempestad"

Terminaron de arreglarla, y mi mamá y yo le ayudamos a vestirse.

IGLESIA

Llegamos casi a tiempo de que iniciara la ceremonia. La iglesia estaba llena de personas muy importantes y esenciales en la vida de mi hermana y su, ahora, esposo.