"El corazón solo le habla a los niños"
Últimamente he estado pensando mucho en el futuro. Y en momentos vienen a mi mente las palabras del título; las cuales leí hace varios años en un libro mágico: "El Alquimista" de Paulo Coelho.
Y es de las mayores verdades que existen. A veces trato de recordar cuáles eran mis sueños de pequeña, qué quería para mi vida, para mi futuro. No quiero abandonar a mi niña interior, no quiero olvidarla y recordarla años después, cuando no pueda hacer las cosas que realmente quise hacer. A veces puede sonar patético, pero es lo único que enciende mi alma en estos momentos.
Me siento anclada al piso, estirando mis brazos lo más que puedo, apretando fuertemente en mis puños los hilos que sujetan mis sueños como globos con helio.
Y es que no hay ni un momento de tranquilidad en ésta vida. Terminé de pensar en un asunto, de preocuparme en ello, y aparece otra cosa, otra urgencia que se apodera de todo mi mundo.
Pronto terminaré la prepa, casi tengo veinte años, la vida real está a la vuelta de la esquina y aunque me parece algo lejana, estoy consciente de que no voy midiendo mi velocidad. Y es que ¿cómo puedo disfrutar esta etapa? Los días han perdido su secuencia natural, y se han convertido tan rutinarios que ni siento pasar el tiempo. Para cuando acuerde, el semestre habrá terminado, y hasta entonces me daré cuenta de si lo he disfrutado o no.
Y es de las mayores verdades que existen. A veces trato de recordar cuáles eran mis sueños de pequeña, qué quería para mi vida, para mi futuro. No quiero abandonar a mi niña interior, no quiero olvidarla y recordarla años después, cuando no pueda hacer las cosas que realmente quise hacer. A veces puede sonar patético, pero es lo único que enciende mi alma en estos momentos.
Me siento anclada al piso, estirando mis brazos lo más que puedo, apretando fuertemente en mis puños los hilos que sujetan mis sueños como globos con helio.
Y es que no hay ni un momento de tranquilidad en ésta vida. Terminé de pensar en un asunto, de preocuparme en ello, y aparece otra cosa, otra urgencia que se apodera de todo mi mundo.
Pronto terminaré la prepa, casi tengo veinte años, la vida real está a la vuelta de la esquina y aunque me parece algo lejana, estoy consciente de que no voy midiendo mi velocidad. Y es que ¿cómo puedo disfrutar esta etapa? Los días han perdido su secuencia natural, y se han convertido tan rutinarios que ni siento pasar el tiempo. Para cuando acuerde, el semestre habrá terminado, y hasta entonces me daré cuenta de si lo he disfrutado o no.
¿Cómo va tu vida? ¿Estás tomando decisiones importantes? ¿El tiempo parece estar a tu favor? ¿Te sientes identificad@ conmigo?
XOXO, Ana.
Comentarios
Publicar un comentario