Me quiero enamorar.
Quiero estar genuinamente enamorada.
Quiero ver a esa persona y sentir el instinto de apartar la mirada y el deseo insaciable de mirarla.
Quiero sentirme físicamente atraída, tener el deseo de perderme en su mirada y la manía de observar a detalle sus facciones, cicatrices y cada parte de su cuerpo.
Quiero que al conocerlo me de cuenta, o crea, que es imperfectamente perfecto, que hay conexión, similitudes que nos unan y diferencias que nos intriguen.
Quiero enamorarme, admirar sus creencias, filosofías de la vida, teorías existenciales, sueños y demonios.
Quiero sentir que esa persona lo tiene todo, quiero tener ojos solo para ella.
Quiero estar enamorada, en el orden en el que debe ser, en la forma que debe ser.
Quiero sentir algo, quiero estar genuinamente enamorada.
A lo largo de mi vida me he encontrado en esta misma situación múltiples veces: conozco a alguien, me atrae, encuentro similitudes y fuerzo mis sentimientos; comenzamos algún tipo de relación, al inicio lo disfruto y al poco tiempo, me doy cuenta de que lo que siento no es genuino y que no es lo que quiero, algo falta o simplemente estoy insatisfecha.
Al final de todo, me encuentro dentro de una relación de un solo lado, la otra persona tiene un interés honesto y fuerte por mi, algunos incluso, tienen sentimientos reales por mi, mientras que yo no.
"No elegimos de quién nos enamoramos, ni quién se enamora de nosotros." Esta frase es mi único consuelo, lo único que me hace creer en que no soy una perra.
Solo me he enamorado una vez. No fue correspondido. Sin embargo, considero a esa persona mi alma gemela. Jamás he conocido a alguien así, alguien tan igual a mí. Alguien que con una mirada, un abrazo, una palabra me reconforte y me llene de paz. Alguien que sin intentarlo me ha salvado y dado respuestas a mis preguntas existenciales. Me atrevo a decir que lo amo; y amarlo de la forma correcta me llevó algunos años. Entender que él estando bien, sin importar que no fuera a mi lado, es lo importante. Su sonrisa es muy gratificante, y un abrazo suyo es de las mejores cosas que puedo recibir.
A veces pienso que sigo enamorada, otras veces quiero creer que es solo el recuerdo. Temo no volver a enamorarme, o que jamás llegue alguien que me haga sentir más, o por lo menos, igual de como él hizo.
Quiero enamorarme genuinamente, y quiero que, esta vez, sea correspondido.
Quiero ver a esa persona y sentir el instinto de apartar la mirada y el deseo insaciable de mirarla.
Quiero sentirme físicamente atraída, tener el deseo de perderme en su mirada y la manía de observar a detalle sus facciones, cicatrices y cada parte de su cuerpo.
Quiero que al conocerlo me de cuenta, o crea, que es imperfectamente perfecto, que hay conexión, similitudes que nos unan y diferencias que nos intriguen.
Quiero enamorarme, admirar sus creencias, filosofías de la vida, teorías existenciales, sueños y demonios.
Quiero sentir que esa persona lo tiene todo, quiero tener ojos solo para ella.
Quiero estar enamorada, en el orden en el que debe ser, en la forma que debe ser.
Quiero sentir algo, quiero estar genuinamente enamorada.
A lo largo de mi vida me he encontrado en esta misma situación múltiples veces: conozco a alguien, me atrae, encuentro similitudes y fuerzo mis sentimientos; comenzamos algún tipo de relación, al inicio lo disfruto y al poco tiempo, me doy cuenta de que lo que siento no es genuino y que no es lo que quiero, algo falta o simplemente estoy insatisfecha.
Al final de todo, me encuentro dentro de una relación de un solo lado, la otra persona tiene un interés honesto y fuerte por mi, algunos incluso, tienen sentimientos reales por mi, mientras que yo no.
"No elegimos de quién nos enamoramos, ni quién se enamora de nosotros." Esta frase es mi único consuelo, lo único que me hace creer en que no soy una perra.
Solo me he enamorado una vez. No fue correspondido. Sin embargo, considero a esa persona mi alma gemela. Jamás he conocido a alguien así, alguien tan igual a mí. Alguien que con una mirada, un abrazo, una palabra me reconforte y me llene de paz. Alguien que sin intentarlo me ha salvado y dado respuestas a mis preguntas existenciales. Me atrevo a decir que lo amo; y amarlo de la forma correcta me llevó algunos años. Entender que él estando bien, sin importar que no fuera a mi lado, es lo importante. Su sonrisa es muy gratificante, y un abrazo suyo es de las mejores cosas que puedo recibir.
A veces pienso que sigo enamorada, otras veces quiero creer que es solo el recuerdo. Temo no volver a enamorarme, o que jamás llegue alguien que me haga sentir más, o por lo menos, igual de como él hizo.
Quiero enamorarme genuinamente, y quiero que, esta vez, sea correspondido.
XOXO, Ana.
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